Los trabajadores por cuenta ajena tienen una mayor propensión que las personas inactivas y los solicitantes de empleo a utilizar una tarifa plana, debido a una movilidad más regular y al atractivo que el reembolso del empleador da a la suscripción.
Por otro lado, los solicitantes de empleo que no cumplen las condiciones de ingresos para beneficiarse de la Tarifa Solidaria del Transporte (TST) viajan principalmente con billetes sencillos, y más concretamente con billetes t+: su movilidad más reducida no justifica la compra de un Navigo de tarifa completa. A cambio, viajar con un solo billete probablemente les lleve a restringir su número de viajes al mínimo estricto, a diferencia de los abonados que pueden viajar de forma ilimitada y aprovechar la deszonificación.
Dentro de la población activa, existen diferencias significativas entre, por un lado, los directivos, las profesiones intermedias y los empleados, que están en gran medida en posesión de regímenes de tarifa plana, y, por otro, los trabajadores manuales, agricultores, artesanos, comerciantes y líderes empresariales: su menor uso de la tarifa plana se explica para algunos por su baja movilidad (agricultores, comerciantes), para otros probablemente por la geografía de sus viajes (movimientos fragmentados de trabajadores o incluso la necesidad de transportar herramientas de trabajo, un servicio de transporte público más deficiente a sitios industriales que tienden a ser desconcentrados y horarios de trabajo escalonados para los trabajadores, etc.).
Por lo tanto, los precios de Île-de-France favorecen más a los abonados que a los viajeros ocasionales, especialmente para los desplazamientos de larga distancia, como demuestra esta comparación entre los precios de los billetes y los paquetes antes de la aplicación del paquete multizona.