El billete de embarque, que se vende individualmente en los autobuses, es válido para un viaje con el autobús en el que se compró. No permite hacer transbordo a otro autobús o tranvía, ni a ningún otro modo. En los autobuses operados por operadores privados (excepto RATP), el billete de embarque puede adoptar la forma de una factura en papel emitida por el conductor.